La cultura inglesa cautiva a todos los viajeros y la famosa “hora del té” es una cita inevitable que nadie desea perderse durante su estancia en la ciudad. Se trata de una tradición muy arraigada que tiene lugar entre las 3 y las 5 de la tarde.
En Londres aún se preservan las más tradicionales casas de té, las cuales suelen ser frecuentadas especialmente por todas las damas y caballeros que desean compartir un momento agradable junto a sus amistades o contactos al más puro estilo inglés.
Cuando no viene dictada por un rito particular, una filosofía o una tradición, la preparación del té obedece a ciertas reglas simples. En primer lugar se escalda la tetera para que esté húmeda y caliente en el momento de introducir las hojas, a razón de 1 cucharadita (de café) de té por taza y una más para la tetera.
El agua se vierte casi hirviendo (a 95° centígrados) sobre la hojas. Es preciso evitar los grandes hervores. La duración de la infusión es de tres a cinco minutos. Se retiran las hojas y la infusión se remueve en la tetera con una cuchara. Si se desea que sea con leche, añadir antes la leche y luego el té y lo mismo si es con limón. El azúcar se sirve según gustos.
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