Don Luigi era un señor aún joven pero estaba viudo. Cocinaba las comidas de su tierra italiana y siempre compartía con algún amigo sus platos, le enseñó muchas recetas a mi abuela y ella le enseñó a hacer un potaje que le salía quizá mejor que a ella. Se hubieran tenido la idea de un campeonato habría sido difícil elegir pero los comensales "jueces" se lo pasarían de rechupete.
2 berenjenas medianas
2 cebollas cortadas en aros
2 ajos majados
1 tomate maduro picado
1 tomate rallado
1 cuchara (sopa) de perejil picado
1 pizca de eneldo
1 pizca de canela en polvo
1 pizca de pimentón dulce
1 pizca de azúcar
2 cucharas de uvas pasas
Aceite, sal
Hacer 2 cortes longitudinales y profundos en las berenjenas, sin pelar. Sazonar las aberturas y dejar escurrir en un escurridor durante 30 minutos. Enjuagar, escurrir y dejar sobre papel de cocina.
En una sartén con aceite, rehogar las cebollas a fuego lento hasta que estén tiernas. Juntar los ajos, subir el fuego y añadir el tomate picado, el perejil, el eneldo, la canela, el pimentón, el azúcar y las pasas. Dejar cocer 10 minutos, rectificar de sal.
Precalentar el horno a 180ºC.
Dorar las berenjenas en una sartén con una gota de aceite, hasta que la piel cambie de color y la pulpa esté tierna, retirar del fuego y dejar en papel absorbente.
Disponer las berenjenas en una fuente de horno grande para que quepan en una sola capa. Abrir las berenjenas y rellene con la salsa. Reparta el tomate rallado alrededor de las berenjenas.
Tapar con una hoja de papel de aluminio y hornear 20 minutos. Destapar y dejar otros 15 minutos.
Servir tibio o a temperatura ambiente.
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